
Los hombres tienen más complicaciones después de una operación de sustitución de rodilla o de cadera
Un nuevo estudio contradice la idea de que la sustitución total de rodilla o de cadera no es realizada tan a menudo en mujeres como en hombres debido a que los resultados posoperatorios suelen ser peores en mujeres que en hombres.
Más complicaciones en hombres que en mujeres
El reemplazo completo de rodilla y de cadera son tratamientos habituales para la artrosis muy avanzada. La intervención quirúrgica repara o sustituye articulaciones gravemente dañadas con el fin de eliminar el dolor y recuperar la movilidad funcional.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, indicaría que, si bien los hombres tienen su primer reemplazo de articulación a una edad más temprana, es más probable que tengan complicaciones o que tengan que volver a operarse. Los investigadores emplearon la base de datos de un hospital de Ontario correspondiente a los años 2002 a 2009. Los datos incluían casi 38.000 reemplazos de cadera, de los cuales un 54% correspondían a mujeres, y 60.000 reemplazos de rodilla, 60% de los cuales en mujeres. De las operaciones de reemplazo total de cadera, los pacientes femeninos eran significativamente mayores que los hombres (70 y 65 años, respectivamente). Entre los reemplazos totales de rodillas no ocurría lo mismo, con una edad media de 68 años para ambos sexos. Los datos posoperatorios indicaban que los hombres tenían más posibilidades de padecer complicaciones:
· Un 15% más de posibilidades de acudir a urgencias durante el mes siguiente a la operación
· Mayores posibilidades de padecer un ataque cardíaco durante los tres meses siguientes (60% más después de un reemplazo total de cadera, 70% más después de un reemplazo total de rodilla).
La artrosis
La artrosis, o enfermedad degenerativa de las articulaciones, constituye la forma más común de artritis (inflamación de las articulaciones). Cerca del 70% de las personas mayores de 70 años presenta evidencias radiográficas de artrosis, pero solo la mitad de estas personas desarrolla síntomas. La artrosis es el tipo más frecuente de artritis y la principal causa de discapacidad física.
La artrosis suele presentarse en aquellas articulaciones que previamente han sufrido una lesión, que están sujetas a una sobrecarga prolongada o que han sido dañadas por una infección o por una artritis inflamatoria anterior. Los pacientes con artrosis experimentan dolor y pérdida de función de la articulación.
La terapia de la artrosis implica tanto medicamentos como otros tratamientos que contribuyen a aliviar el dolor y a mejorar la función de la articulación. El tratamiento farmacológico debe iniciarse con analgésicos simples (como el acetaminofén) y continuar con antiinflamatorios no esteroidales y/o inyecciones intermitentes de corticoesteroides. Otros tratamientos incluyen la educación del paciente, terapia física y ocupacional para restablecer la movilidad de la articulación e incrementar su capacidad aeróbica y de resistencia, reducir el exceso de carga sobre las articulaciones afectadas y aplicar calor y frío para disminuir el dolor.
En ciertos casos puede ser necesaria la intervención quirúrgica para reparar o sustituir articulaciones gravemente dañadas con el fin de eliminar el dolor y recuperar la movilidad funcional.
Fuente: medicina21.com
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